Se llama Kilómetro Cero (KM0) a las iniciativas que apoyan a los productores que cultivan en las proximidades del lugar donde se van a consumir dichos productos; cierto es que hoy en día es un término muy de moda, que mucha gente lo utiliza para ponerse la medallita de turno y quedar bien. Sería realmente triste que sea un concepto más, una causa perdida que pase de moda, pues somos lo que comemos, y están en juego tú salud, la mía, y la de este planeta que todos compartimos.

Apoyar el comercio KM 0 es un modo de cuidar la economía a la vez que el modo de vida rural, un sistema que busca mantener, cuidar y proteger la salud de nuestra tierra, de nuestros cuerpos y de nuestra economía, en este orden de importancia..

Es absurdo contaminar el planeta transportando grandes cantidades de alimentos a nuestro antojo sin tener una necesidad real de ello. Los alimentos cosechados antes de tiempo, congelados y sometidos a condiciones antinaturales, son alimentos inertes, han dejado de ser alimentos, porque ya no alimentan. Lo que compramos en los grandes supermercados a pasado a ser pseudocomida que no conserva ni mucho menos, los nutrientes que otros alimentos cosechados cerca de casa.

Como decían las abuelas, aquello de “quién algo quiere algo, algo le cuesta”, creo que todas las personas deberíamos estar dispuestas a renunciar a comernos una piña tropical, la fruta exótica de Filipinas o lo que sea de la otra punta del mundo, en pos de un planeta limpio, inteligente, sostenible,… paralelamente, somos lo que comemos, y esto se reflejaría en una humanidad más limpia, inteligente, sostenible …

Como sea, debemos buscar el modo de exigir a nuestros gobernantes el desarrollo de políticas que protejan a los valientes campesinos que siguen trabajando sus huertos en los países más desarrollados económicamente. Personas que siguen produciendo alimento, cuando todos los demás (me incluyo) estamos sentados frente a la pantalla.

Cuando ya no tengamos más petróleo para transportes inútiles, entonces veremos claro que esos campesinos constituyen la riqueza de nuestra tierra.

– pinturas de Millet y Pablos.